jueves, 8 de septiembre de 2016

¿Para quien escribimos?


¿PARA QUIEN ESCRIBIMOS?
Imaginemos por un instante, que estamos en una mesa presentando nuestro libro. Ese mismo, que nos hizo desvelarnos, el que defendimos a capa y espada, sin importar las críticas recibidas. Sí, ese mismo que nos atrevimos a sacar del clóset y ponerlo a la venta como autores Indies, o que destino celestial, una importante( o no mucho) casa editorial ha lanzado como “promesa literaria”… Sí, estamos ahí, para que el mundo lo conozca al fin, y a través de él, a nosotros.
Y como en toda rueda de prensa, alguien lanza la preguntita: ¿A quién está dirigido su libro? Embozamos una tímida, pero segura sonrisa: A todo el que ama leer.
¿Estamos seguros de eso? Yo amo leer, estoy segura que tú también, por eso estás leyendo un blog de escritura. Pero siendo sincera, aunque yo amo leer, no soy una lectora fácil de complacer. Soy un verdadero desastre, porque soy exigente y caprichosa. Sé que no soy la única en el mundo con esas “virtudes”; hay millones de personas igual a mí, que buscan leer algo que les apasione, y no sólo un libro que les haga matar el tiempo.
¿Qué cómo escritores? Nosotros, que estamos metidos en este mundo, por la pasión que nos despiertan las letras, seamos ya publicados o no, debemos analizar qué clase de escritores somos (o queremos ser) y la base de esto es, ¿para quién escribimos?
Durante años y años, he escrito para mí. He puesto en la red, algunos trabajos del taller (no publicados en este blog); pero no los considero “mi verdadera escritura”, porque hay mucho que no calza en mi estilo. Yo prefiero la escritura libre y no condicionada.  Si alguien me da las palabras (y una X cantidad de ellas), cómo ejercicio me parece fabuloso y lo recomiendo mucho; pero a la hora de escribir “para mí”, prefiero seguir mi instinto.
Y esto nos lleva a preguntarnos, ¿Sabemos o reconocemos el público que puede leernos? Creer que podemos escribir para todo el mundo, es una idea idílica e irreal. Porque muchas personas podrían detestar lo que escribimos. Así como no les resultamos simpáticos o agradables a todos, tampoco debemos romper las reglas, con lo que escribimos. Sí no gustamos, está bien. No nos concentremos en aquellos que nos leen una sola vez y nos odian…







Según las editoriales, y mucho autores, existen dos tipos de lectores: Los demográficos y el de preferencia. Estos últimos son aquellos que buscan un tipo de estilo o género en particular, y abarca todos los estratos y edades posibles. Mientras que los demográficos, están orientados para un público selecto y específico.

Analicemos…
LECTORES DE PREFERENCIA: Estos disfrutan de un género en particular, y a su vez, pueden tener preferencia por otros subgéneros. Por ejemplo, una persona le gusta la fantasía, y el subgénero que le gusta es épico/fantástico, y no hay duda que buscará El Señor de los Anillos en el estante o en el listado online.
 Estos lectores también buscan un libro, ya sea por su historia, o por sus personajes.  Y me ha llamado mucho la atención una reseña a un libro: «El libro no es malo, la historia es muy buena, el mundo ha sido decentemente recreado… pero los personajes ¡son fantásticos! Son verosímiles, puedes identificarte con ellos y seguir sus aventuras».
Los demográficos, tienen preferencias de locación, mientras uno no se atrevería (yo) a leer un libro en el amazonas o una selva, otro preferiría (yo de nuevo), una historia basada entre la niebla que se levanta en las calles de Londres en el siglo XIX.
El estilo es muy importante. Los lectores, son tan variados como el arcoíris. Hay algunos que prefieren las historias escuetas y que todo transcurra sin demasiados adornos; otros (yo, otra vez), le gusta la prosa poética, los detalles, las palabras que significan. Hay personas que prefieren los libros narrados en tercera persona, porque les gusta saber “todo” y otros se deleitan más con aquellos en primera persona, ya que sienten que “viven con el personaje la experiencia”.
Retornando a El Señor de los anillos, podemos identificar a sus lectores como: Que gustan de historias épicas y con alta fantasía, con un lenguaje enriquecido (y hasta inventado), con un mundo definido y una variedad de personajes, con un lenguaje florido y exquisito al narrar.

LECTORES DEMOGRÁFICOS:  La principal “categoría” es la edad del lector. Cuando se escribe para este tipo se considera sobre todo la edad; niños, adolescentes, jóvenes adultos, adultos. En la actualidad, hay una enorme demanda en los libros para adolescentes/jóvenes adultos, con libros que se han escrito pensando como “sagas”, como lo es Crepúsculo, Harry Potter, Las Crónicas Vampíricas, etc.  Y otros son escritos para mujeres en edad media (incluídas un sinfín de adolescentes curiosas), como lo es “Las cuarenta penumbras de Ted” ( oh  perdón, no lo he leído completo (ni lo pretendo),  pero  ni quiero darle propaganda).
Y hablando de estos libros, eso nos hace pensar en el género (sexo) del lector: Hay libros escritos pensando precisamente en determinado grupo.  No se debería considerar, un libro íntegramente determinado para un género en particular; pero las preferencias existen. Un libro de romance, se entiende que el fuerte comprador/lector serán mujeres, mientras que un western, serán hombres. Esto sin embargo, recapitulo, no significa que un libro es per se para un determinado sexo, si hablamos sobre todo de una novela. Existen sin embargo autores, que escriben libros pensando en un sexo en particular, pero estos no son precisamente “libros ficcionados”.
También en esta categoría, caen los lectores por grupos étnicos: Estos son libros pensados para un determinado grupo, por regla general, nos gusta leer acerca de un personaje (preferiblemente si es el héroe o heroína) pertenece a nuestro grupo étnico.  Es por ello que encontramos a autores escribiendo libros como: Don Quijote de la Mancha, Puerto Limón, La Voz Dormida o Las Aventuras de Hucklenberry Finn. Hay que tomar en cuenta, que mientras más variedad étnica tenga nuestros libros, más universales serán. Porque si escribimos de una mujer blanca, que quiere saber qué ocurre en la mente y como la pasan las empleadas de descendencia africana en la época de los cincuenta, mujeres de estas etniasbuscaran leer esa historia, como lo es The Help , que su libro se convirtió en guión cinematográfico como: Historias Cruzadas o Criadas y Señoras; como se le conoció en  Latinoamérica y España, respectivamente.
Y esto nos lleva a quienes escriben pensando en religión: Un autor en particular puede escribir su historia basado en su propia fe, o simplemente como una “inspiración narrativa”, en donde la religión o fe determinada de un personaje, hará que los lectores les llame la atención sobre el particular. Un caso sobre esto, es por ejemplo, son las biografías. La cruz y el puñal, es un libro que se basa en la vida de un pastor en N.Y., y como se vió envuelto en medio de la rivalidad de pandillas y su necesidad de presentarles el cristianismo. Este libro es acerca de persona reales, pero un autor, se puede basar en un contexto completamente ficticio, como lo es: la obra teatral Doubt  que también se convirtió en película, en donde una religiosa comienza a tener dudas sobre el comportamiento de un sacerdote y esa  duda, hace caos en su parroquia y el nombre del sacerdote es  cuestionado. Los temas religiosos, pueden ser muy atractivos y crear muchas controversias, (pregúntenle a Dan Brown), si se usan con el fin de declarar las hipocresías, excesos o falsedades e inclusive conspiraciones de quienes están involucrados de alguna manera con ella.
Y como todo, la experiencia o profesión del personaje, puede ser un “ancla” para determinado público. Hay quienes se entretienen siguiendo la vida de un ex militar que regresa de la guerra, un médico que debe superar sus depresiones o adicciones, un mafioso infiltrado, como se supera una persona con una limitación física o mental, o las peripecias de la edad media, la mujer recién viuda o divorciada. Este tipo de libros, siempre atraerá a determinadas personas que han vivido lo mismo, o que les interesa un tema en particular, como lo es la viudez, ser padre soltero, aprender a adaptarse, o romper los ciclos de racismo, pobreza o incertidumbre.

¿Por qué debemos identificar a nuestro posible lector?


Un ejemplo clásico es la Saga de Harry Potter, escrita para niños entre los ocho a doce años; que sin embargo, alcanzó un gusto ,(y se convirtió en un best seller), aún entre los adolescentes y adultos. Y el resto es historia.

Entonces, ¿qué objetivo tiene identificar un público X?  Usted desea hacer un viaje, sabe que desea llegar a Roma, ¿Todos los caminos conducen a Roma, realmente? Si va a una agencia de viajes, le dirán qué aerolínea le conviene más, y cuántas escalas hay desde su punto de partida hasta su destino. Muchos tienen el deseo de publicar, ya sea esa colección de pensamientos, poemas, esa novela engavetada o aquello que se ha acumulado en nuestros blogs.
Esto es igual que planificar ese viaje: Tenemos una inclinación literaria particular, eso nos hace ser escritores con nuestro propio estilo; sin embargo, si también sabemos que esto mismo un público lo busca, es a ese sector a donde iremos.  En mi caso particular, escribo para mí, quizá algún día me atreva a poner esos proyectos “personales” en el escenario literario. Por ahora, lo hago con pequeñas historias compartidas en un taller literario y algún proyecto individual o en conjunto. Pero cuando escribimos, deseamos provocar emociones y pensamientos en aquel que lee, y si los tenemos en cuenta a la hora de escribir, esto va a notarse. Creamos un nexo invisible entre el escritor y el lector, y la conexión de nuestro escrito puede enriquecer la vida de ambos.
Reconozcamos, los editores esperan que estemos conscientes a que público nos dirigimos. Si vamos y entregamos un manuscrito y decimos: «Es una increíble y “novedosa” historia de distropia adolescente», (él en su mente tiene “otros” libros de esa categoría). Luego,  encuentra que iniciamos con una historia con los típicos adolescentes  decididos a salvar su mundo, pero luego comienzan a drogarse, a tener sexo a lo loco, comienzan a matarse entre ellos mismos, hasta el punto de llegar al canibalismo, y todo con escenas “increíblemente novedosas y explicitas”… ¿Qué pensará el editor?  Tenemos que pensar que recibiremos una carta de rechazo y un no rotundo, porque ninguna casa editorial seria se atrevería a poner eso en las manos de chicos de catorce años, con su nombre estampado en la portada. (Aunque parece que sí existen unas editoriales que no les importa la calidad del producto, ese será un tema a futuro).
Por otra parte, si decimos que nuestro libro es de superación y apta para público joven y mayor, y escribimos acerca de lo que ocurre con un joven atleta que por un accidente pierde la habilidad de caminar, y se ve confinado a una silla de ruedas, sus temores, su negatividad, el rechazo a todos, para terminar aceptando su nueva condición y enterarse que la mayor limitante está en su mente por lo que se propone ir a las olimpiadas paraolímpicas… Si está bien escrita, si la historia y los personajes son atractivos y tienen peso, si hay veracidad… es muy probable que más de alguno desee leerla.
Esto es muy importante, aún si decidimos auto-publicar. Conocer a donde está nuestro público, nos ayuda a mercadearnos. Nadie en su sano juicio auto promocionará su libro de terror, buscando público si crea un blog de “Bodas y Quince años”, buscará conectarse con blogs, páginas y toda red social o revista online, que esté relacionado con el público APTO para su libro.

 
Tome en cuenta que no puede cargar todos los estilos literarios, para “abarcar más audiencia”, lo que tendrá será como, una fea versión literaria, de un mal “quilt” con retazos de telas de jeans, lonas de camuflaje militar, tules de rosas amarillas y algodones con patos en una bañera, todos tejidos en un mismo edredón...
No se ofusque, disfrute de la experiencia que conlleva el proceso de escritura. Tenga en cuenta que los gustos son tan variables, como los colores del arcoíris. Y si sabe a dónde buscar, hay un público que estará atento y gustoso de leer su historia; como siempre lo he dicho:

Suerte con tu escritura… Si te gustó la entrada, apoyame compartiendo en las redes de abajo… No olvides comentar tus impresiones. Mientras tanto ¡nos leemos!

2 comentarios:

  1. K.M buena entrada. El tema creo que da para más consideraciones: Joyce decía que escribía para sus futuros lectores dentro de 1000 años. Lo primero que pienso como escritor es, en esa especie de catarsis que inunda a cualquiera que se atreva con la página en blanco, en la calidad y calidez, huyendo del estereotipo, buscando sorprender y por lo tanto no me importa tanto la cantidad. ¿Escribo pues para una elite?
    Cada uno es el producto de sus circunstancias intelectuales y afectivas; el entorno, y sobre todo la mirada, moldean nuestro quehacer. Espero nuevos post. Abrazo.

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    1. Pienso de la misma manera. En mi caso, sólo me he atrevido a hacer público pequeñas muestras, (como en el taller). A veces no es el estilo que más me sienta cómoda, por las limitaciones de espacio. Soy de escribir mucho y por eso suelo decir "proyectos personales", porque hasta ahora, van cuatro y no han visto la luz.
      Acabo de cargar una nueva entrada, con un pequeño análisis de los diferentes POV existentes, algunos no muy explotados en la literatura en español. Espero lo leas y lo disfrutes. Saludos y abrazos.

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