Hace un par de días mi
hermano estaba viendo una película (El Patriota). Nunca he visto la película,
de hecho ni terminé de verla; pero en ese momento él me dijo: “Quedáte a ver
porque Mel Gibson lo odia”. Y decidí ver las escenas que seguían. En una
escena, el villano se enfrenta en una emboscada con los rebeldes, incluido el
hijo del personaje de Gibson. Y éste le dispara y el villano cae. Yo le dije:
“Pero él no va a morir” (el villano), y mi hermano me dijo. ¿Por qué lo decís,
ya la viste?, le respondí: “No, no la he visto, pero mi mente de escritora me
dice que si Mel lo odia es porque seguro ha matado a su hijo”; así que la
escena da un giro, el chico se acerca a matarlo con un cuchillo y el villano
que estaba sobre su estómago, tiene la fuerza suficiente para girarse y
atravesarlo con su espada. Y luego huye. Después llega el padre que encuentra
al hijo moribundo y se presenta la escena dramática.
Miré a mi hermano y le
dije: “Eso es muy estereotipado. Es mucho mejor cuando el malo tiene algo de
bueno y el bueno tiene algo de malo. Aquí presentan al villano como un déspota
y al padre como abnegado”. Mi hermano me
dijo: “El malo es malo” y le respondí: “Sí, pero eso es manipular la idea del espectador.
Que odies al malo por sus maldades y ames al bueno por sus bondades. Deben
mostrar que el villano tiene motivaciones de pelear y actuar como lo hace. Algo
así, como que es un inglés que ama a la corona, que siente pasión por su país y
no tolera que “los rebeldes en América” quieran emanciparse. Y el padre, bueno,
al menos podría haber sido infiel a la mujer…”
Como era hora de ir
por mi dosis de escritura (o aprendizaje) diario, subí a mi habitación en donde
estuve pensando, que en la mayoría de las historias entendemos al “bueno”; pero
nunca se nos muestra porque el malo es malo.
Así que recordé una
película que causó mucho temor por su personaje. “Hannibal Lecter”, (que de
hecho es un personaje literario de la novela “El dragón Rojo” de Thomas Harris),
es un hombre inteligente, que se convirtió en caníbal. Y en la primera película
no entendíamos porqué él era como era. Fue sino hasta que pudimos ver la
adolescencia y el trauma que él vivió de niño, que comprendimos porqué él se
convirtió en tan mala persona.
Esto me dio pie para
dar un poco de vueltas por la Internet y analizar un poco a los diferentes
personajes que existen en libros o películas que los convirtieron en malvados.
Lo hemos leído hasta
la saciedad, debemos conocer a nuestros personajes. El antagonista de nuestro
protagonista, si es de carne y hueso, debe de ser tan verídico como el propio
héroe de nuestra historia. Creo que un personaje, no puede mostrarse como el villano nato perfecto, que sólo existe
maldad en él. Hasta Hitler le gustaban los animales y era muy cariñoso con
ellos, pero poco le importó enviar a la cámara de gas a millones de personas.
Así que como una
guía de ideas, para que evalúes que motivaciones tiene tu personaje oscuro en
tus novelas o relatos, te presento una breve lista de las motivaciones, por las
que una persona “normal” se convierte en un ser vil.
Antes que nada:
Debemos definir quien es el antagonista o villano de nuestra historia. Al menos
parece que es necesario que nuestro protagonista encuentre oposición en la
realización de sus metas. Como dije, a veces ese antagonista no es una persona
real, puede ser alguna circunstancia ajena (una guerra, la cárcel) o algo
interno propio del mismo personaje principal (temor, depresión, miedo al
fracaso, etc). Pero cuando se trata de una persona de “carne y hueso” que
tendrá su nombre y se moverá en los círculos de la historia, es necesario
dotarlo de esa veracidad. Debemos trabajarlo tanto, o quizá hasta más, de lo
que hacemos con el protagonista. Nunca debemos presentarlo como un individuo superfluo
o que su caracterización sea débil en la historia.
¿Qué es un
Villano?
Según la fuente de Wikipedia: Villano (ß ver definición completa), es una
persona malvada,
especialmente en la ficción. Los villanos son personajes de ficción, o quizá personajes
novelados, en dramas
y melodramas
que ejercen la maldad
deliberadamente y que se enfrentan al héroe. Como
tales, los villanos son un recurso
argumental1
2 3 casi
inevitable, y más que los héroes, elementos cruciales sobre los que gira la trama.
Recordemos que a
veces, la historia no viene de un villano híper vil, (per se), sino un
antagonista, que trunca o se opone al protagonista por algún conflicto entre
ellos. Y sin estos, la trama de la historia no tendría una argumentación
atractiva; por ende, los personajes antagónicos, son necesarios para mantener
la expectativa del lector y seguir al protagonista a desafiar, y ganar, a esa
adversidad.
¿PORQUE MI VILLANO
ES VIL? *Incluye antagonistas:
Todos los enlaces para que conozcas del personaje o la obra
Quiero
una pareja: Quiero ser novi@/casarme con la persona
soñada. (Esto puede ser un antagonista no tan vil, pero sí de oposición, como
lo es el triángulo amoroso de muchos libros, como el personaje de Jack en la
Saga de la serie Crepúsculo de Stephanie Meyer).
La venganza: Arruinar un héroe; quiere arruinar el Rey/Líder, etc. (Esto lo vemos en Vida y Muerte de Ricardo III) de William
Shakespeare.
Valores
Equivocados: Cuando un “honor o virtud” enceguecen a un
personaje. (Inspector Javert en Los Miserables de Victor Hugo).
Competencia
de intelectos/habilidades: Cuando el opositor, no resiste que el
protagonista, sea tan inteligente como él, por lo que le es necesario demostrar
su superioridad. (James Moriarty en la novela de Sherlock Holmes de Sir Conan Doyle).
Para
distinguirse/preservarse a sí mismo: Quiere que otros lo
respeten, porque se considera un ser único y especial. (El enigmático Drácula de Bram Stoker)
Para
encajar / ganancia de aceptación: Es el antagónico que
no puede dejar de ser quien es, esto lo lleva a sentirse inaceptado /menospreciado
por otros, lo que lo hace volver su frustración en ira. (El monstruo- de Frankenstain de Mary Shelley).
Conocimiento
(sed incontrolable): Es el antagónico que por buscar obtener
conocimiento de algo, una ciencia, una ley, etc., pierde todos los escrúpulos,
y sólo tiene un fin, lograr su objetivo. Puede ser un hombre ligado a alguna
ciencia, como la medicina, la física, etc. (Jean Baptiste Grenouille, de “El Perfume: Historia de un asesino” de
Patrick Susking)
Justicia: El mató a la madre/padre del personaje opositor, por lo que él debe
morir. (El personaje de Iñigo Montoya, de “La Princesa Prometida” de William Goldman)*
Mencionamos que al principio del libro Iñigo y Wesley son “enemigos”.
La
codicia / Hacerse rico: Quiere robar todo, comenzando con el
tesoro del rey (o su rival). (El sheriff de Nothingham en la leyenda de Robin Hood (Tradición oral y escrita Inglesa).
Obsesión: El personaje antagónico sólo tiene algo en mente, su vida gira en torno a
ello – (Cruella de Vil,
de la novela “Los 101 dálmatas” de Doddie Smith, más famosa su versión fílmica
que literaria).
Selección
Particular: Cuando el personaje tiene aberración por
un grupo en particular, ya sea porque los considera inferiores, o una amenaza,
cree en la “pureza” de la estirpe y todo lo que sea contrario a sus creencias,
debe ser eliminado. (Lord
Voldemort, de la serie “Harry
Potter” de J.K. Rowling).
Poder para lograr un objetivo: Debe alcanzar su meta, plan o deseo, sin medirse en cómo y con quienes va
a lograrlo. No importan quien es derrotado en el camino hasta alcanzar su
objetivo (Como Lady Macbeth en “Macbeth” de Shakespeare).
Rivalidad/Envidia: Lo que otro tiene, lo quiere para sí mismo. (Como el personaje de
Danglars, en “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas
padre).
Amor Obsesivo: Cuando el personaje, ama con una intensidad casi bestial, pero ese mismo “amor”
lo hace cometer actos impropios, ya sea por el rechazo del ser amado o aquellos
que él cree son un obstáculo para alcanzar tal afecto. (Heathcliff de “Cumbres Borroscosas”
de Emily Bronté).
Odio: Cuando el antagonista no tiene apego real por nadie, cualquier sentimiento
puede volverse en algo negativo, si se siente menospreciado o lastimado. Es
altanero, presuntuoso y disfruta con deleite mostrar su maldad. (William
Hamleigh de “Los
Pilares de la Tierra” de Ken Follett).
Conspiración: Cuando el antagonista persigue un fin, se une a seres viles para lograr un
objetivo, que le traerá reconocimiento, poder o riquezas. (Milady de Winter, en “Los tres mosqueteros” de Alejandro Dumas, padre).
Afecto poco natural: Cuando algo natural, se vuelve contra toda lógica, que puede arrastrar
personalidades sicópatas (Annie Wilkes en “Misery” de Stephen King).
La
traición: Este personaje amaba/confiaba y luego
siente que le han acuchillado por la espalda. (un ejemplo clásico es Medea, de la mitología griega).
Propagar el odio y
el miedo: Le encanta el odio. El odio, odio, odio. Y
quiere que todos le teman. (La reina de corazones de “Alicia en el país de las Maravillas” de
Lewis Carroll).
Recuperar
lo perdido: Cuando el personaje antagónico es poseedor
de algo y este le es arrebatado, sea en físico o de manera figurativa. Busca
hacerse de nuevo de aquello y no dejará de usar cualquier recurso para
obtenerlo (Gollum, en “El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien).
Gobernar todo el mundo: Voy a gobernar la Tierra................(Aunque sea la Tierra Media… Sauron en “El Señor de los anillos” de J.R.R. Tolkien).
Y las razones pueden
ser muchas otras…
Confieso, que a veces,
mucho más en algunas películas, me gusta más la personalidad del antihéroe. Por
ejemplo, la forma de ser del Capitán Kirk, en “StarTrek Into the Darkness”,
queda opacada con la supremacía de la personalidad
de John Harris-Khan. Y existieron muchos momentos en donde esperé que “el mal
triunfara”. Simplemente, porque la caracterización del “malo” era mucho mejor
que la de los “buenos”. Me siento muy inclinada con las personalidades de
genialidad, esa inteligencia superior, las habilidades físicas (o cognitivas),
quizá un súper poder, o los diálogos mejor desarrollados.
Las historias
necesitan tener una oposición, la ayudan a subir el nivel de adrenalina del
lector, sea por sus mentiras, sus trampas, sus planes malévolos, y todo lo que su
mente siniestra maquina contra sus adversarios. La vida real está llena de
personas realmente malvadas, por lo que espero que paguen por sus delitos,
aunque en la ficción muchos de ellos, me hacen sentir empatía y hasta
admiración.
¿A quién consideras como un buen personaje antagónico o
villano favorito? ¿Qué otros motivos existen para convertirse en un personaje
antagónico? No olvides contarlo en la sección de
comentarios.
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entrada te ha servido, y piensas que a otros les puede interesar, no olvides
compartirla en las redes sociales debajo de este tablón. Es un estímulo por mi
trabajo invertido en esto.
La próxima entrada
hondaremos un poco más sobre cómo crear un buen personaje antagónico. ¡No te la
pierdas!
Un artículo espectacular. Me resulta complicado encontrar a vuela pluma un motivo que no hayas recogido. Pero comparto en que el punto fuerte de una historia es el propio villano, su complejidad, su libertad para poder accionar, libre de lo que pueda considerarse correcto a ojos del sentido común. Magnífico articulo. Enhorabuena!!!
ResponderBorrarMuchas gracias David, la verdad es que es un tema que me gusta mucho, y considero que un antagonista o villano, puede ser en muchas ocasiones el personaje principal, a este se le llama "antiheróe". Es esa complejidad del personaje la que resulta tan atractiva. Pero, el personaje malvado, si está bien narrado (o caracterizado por un actor), siempre será memorable.
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