¿PARA QUIEN
ESCRIBIMOS?
Imaginemos por un instante, que
estamos en una mesa presentando nuestro libro. Ese mismo, que nos hizo
desvelarnos, el que defendimos a capa y espada, sin importar las críticas
recibidas. Sí, ese mismo que nos atrevimos a sacar del clóset y ponerlo a la
venta como autores Indies, o que
destino celestial, una importante( o no mucho) casa editorial ha lanzado como
“promesa literaria”… Sí, estamos ahí, para que el mundo lo conozca al fin, y
a través de él, a nosotros.
Y como en toda rueda de prensa,
alguien lanza la preguntita: ¿A quién está
dirigido su libro? Embozamos una tímida, pero segura sonrisa: A
todo el que ama leer.
¿Estamos seguros de eso? Yo amo
leer, estoy segura que tú también, por eso estás leyendo un blog de escritura. Pero
siendo sincera, aunque yo amo leer, no soy una lectora fácil de complacer. Soy
un verdadero desastre, porque soy exigente y caprichosa. Sé que no soy la única
en el mundo con esas “virtudes”; hay millones de personas igual a mí, que
buscan leer algo que les apasione, y no sólo un libro que les haga matar el
tiempo.
¿Qué cómo escritores? Nosotros,
que estamos metidos en este mundo, por la pasión que nos despiertan las letras,
seamos ya publicados o no, debemos analizar qué clase de escritores somos (o
queremos ser) y la base de esto es, ¿para quién escribimos?
Durante años y años, he escrito
para mí. He puesto en la red, algunos trabajos del taller (no publicados en
este blog); pero no los considero “mi verdadera escritura”, porque hay mucho
que no calza en mi estilo. Yo prefiero la escritura libre y no
condicionada. Si alguien me da las
palabras (y una X cantidad de ellas), cómo ejercicio me parece fabuloso y lo
recomiendo mucho; pero a la hora de escribir “para mí”, prefiero seguir mi
instinto.
Y esto nos lleva a preguntarnos,
¿Sabemos o reconocemos el público que puede leernos? Creer que podemos escribir
para todo el mundo, es una idea idílica e irreal. Porque muchas personas
podrían detestar lo que escribimos. Así como no les resultamos simpáticos o
agradables a todos, tampoco debemos romper las reglas, con lo que escribimos.
Sí no gustamos, está bien. No nos concentremos en aquellos que nos leen una
sola vez y nos odian…
Según las editoriales, y mucho
autores, existen dos tipos de lectores: Los
demográficos y el de preferencia. Estos últimos son aquellos que buscan un
tipo de estilo o género en particular, y abarca todos los estratos y edades
posibles. Mientras que los demográficos, están orientados para un público
selecto y específico.
Analicemos…
LECTORES
DE PREFERENCIA: Estos disfrutan de un género en particular, y
a su vez, pueden tener preferencia por otros subgéneros.
Por ejemplo, una persona le gusta la fantasía, y el subgénero que le gusta es épico/fantástico,
y no hay duda que buscará El Señor de
los Anillos en el estante o en el listado online.
Estos lectores también buscan un libro, ya sea
por su historia, o por
sus personajes. Y me ha
llamado mucho la atención una reseña a un libro: «El libro no es malo, la
historia es muy buena, el mundo ha sido decentemente recreado… pero los
personajes ¡son fantásticos! Son verosímiles, puedes identificarte con ellos y
seguir sus aventuras».
Los demográficos, tienen
preferencias de locación,
mientras uno no se atrevería (yo) a leer un libro en el amazonas o una selva,
otro preferiría (yo de nuevo), una historia basada entre la niebla que se
levanta en las calles de Londres en el siglo XIX.
El estilo es muy
importante. Los lectores, son tan variados como el arcoíris. Hay algunos que
prefieren las historias escuetas y que todo transcurra sin demasiados adornos;
otros (yo, otra vez), le gusta la prosa poética, los detalles, las palabras que
significan. Hay personas que prefieren los libros narrados en tercera persona,
porque les gusta saber “todo” y otros se deleitan más con aquellos en primera
persona, ya que sienten que “viven con el personaje la experiencia”.
Retornando a El
Señor de los anillos, podemos identificar a sus lectores como: Que
gustan de historias épicas y con alta fantasía, con un lenguaje enriquecido (y
hasta inventado), con un mundo definido y una variedad de personajes, con un
lenguaje florido y exquisito al narrar.
LECTORES DEMOGRÁFICOS: La principal “categoría” es la edad del lector.
Cuando se escribe para este tipo se considera sobre todo la edad; niños,
adolescentes, jóvenes adultos, adultos. En la actualidad, hay una enorme
demanda en los libros para adolescentes/jóvenes adultos, con libros que se han
escrito pensando como “sagas”, como lo es Crepúsculo, Harry Potter, Las Crónicas
Vampíricas, etc. Y otros son
escritos para mujeres en edad media (incluídas un sinfín de adolescentes curiosas),
como lo es “Las cuarenta penumbras de
Ted” ( oh perdón, no lo he leído
completo (ni lo pretendo), pero ni quiero darle propaganda).
Y hablando de estos libros, eso
nos hace pensar en el
género (sexo) del lector: Hay libros escritos pensando
precisamente en determinado grupo. No se
debería considerar, un libro íntegramente determinado para un género en
particular; pero las preferencias existen. Un libro de romance, se entiende que
el fuerte comprador/lector serán mujeres, mientras que un western, serán
hombres. Esto sin embargo, recapitulo, no significa que un libro es per se para
un determinado sexo, si hablamos sobre todo de una novela. Existen sin embargo
autores, que escriben libros pensando en un sexo en particular, pero estos no
son precisamente “libros ficcionados”.
También en esta categoría, caen
los lectores por grupos
étnicos: Estos son libros pensados para un determinado grupo,
por regla general, nos gusta leer acerca de un personaje (preferiblemente si es
el héroe o heroína) pertenece a nuestro grupo étnico. Es por ello que encontramos a autores
escribiendo libros como: Don Quijote de la Mancha, Puerto Limón,
La Voz Dormida
o Las
Aventuras de Hucklenberry Finn. Hay que tomar en cuenta, que mientras
más variedad étnica tenga nuestros libros, más universales serán. Porque si
escribimos de una mujer blanca, que quiere saber qué ocurre en la mente y como
la pasan las empleadas de descendencia africana en la época de los cincuenta, mujeres de estas
etniasbuscaran leer esa historia, como lo es The
Help , que su libro se convirtió en guión cinematográfico como: Historias Cruzadas o Criadas y Señoras; como se le conoció
en Latinoamérica y España,
respectivamente.
Y esto nos lleva a quienes
escriben pensando en religión: Un autor en particular puede
escribir su historia basado en su propia fe, o simplemente como una “inspiración
narrativa”, en donde la religión o fe determinada de un personaje, hará que los
lectores les llame la atención sobre el particular. Un caso sobre esto, es por
ejemplo, son las biografías. La cruz y el puñal,
es un libro que se basa en la vida de un pastor en N.Y., y como se vió envuelto
en medio de la rivalidad de pandillas y su necesidad de presentarles el
cristianismo. Este libro es acerca de persona reales, pero un autor, se puede
basar en un contexto completamente
ficticio, como lo es: la obra teatral Doubt que también se convirtió en película, en donde
una religiosa comienza a tener dudas sobre el comportamiento de un sacerdote y
esa duda, hace caos en su parroquia y el
nombre del sacerdote es cuestionado. Los
temas religiosos, pueden ser muy atractivos y crear muchas controversias, (pregúntenle
a Dan Brown), si se usan con el fin de declarar las hipocresías, excesos o
falsedades e inclusive conspiraciones de quienes están involucrados de alguna
manera con ella.
Y como todo, la experiencia o profesión del
personaje, puede ser un “ancla” para determinado público. Hay
quienes se entretienen siguiendo la vida de un ex militar que regresa de la
guerra, un médico que debe superar sus depresiones o adicciones, un mafioso
infiltrado, como se supera una persona con una limitación física o mental, o
las peripecias de la edad media, la mujer recién viuda o divorciada. Este tipo
de libros, siempre atraerá a determinadas personas que han vivido lo mismo, o
que les interesa un tema en particular, como lo es la viudez, ser padre
soltero, aprender a adaptarse, o romper los ciclos de racismo, pobreza o
incertidumbre.
¿Por qué debemos identificar a
nuestro posible lector?
Un ejemplo clásico es la Saga de Harry Potter, escrita para niños entre
los ocho a doce años; que sin embargo, alcanzó un gusto ,(y se convirtió en un best seller), aún entre los adolescentes
y adultos. Y el resto es historia.
Entonces, ¿qué objetivo tiene
identificar un público X? Usted desea
hacer un viaje, sabe que desea llegar a Roma, ¿Todos los caminos conducen a
Roma, realmente? Si va a una agencia de viajes, le dirán qué aerolínea le
conviene más, y cuántas escalas hay desde su punto de partida hasta su destino.
Muchos tienen el deseo de publicar, ya sea esa colección de pensamientos,
poemas, esa novela engavetada o aquello que se ha acumulado en nuestros blogs.
Esto es igual que planificar ese
viaje: Tenemos una inclinación literaria particular, eso nos hace ser
escritores con nuestro propio estilo; sin embargo, si también sabemos que esto
mismo un público lo busca, es a ese sector a donde iremos. En mi caso particular, escribo para mí, quizá
algún día me atreva a poner esos proyectos “personales” en el escenario
literario. Por ahora, lo hago con pequeñas historias compartidas en un taller
literario y algún proyecto individual o en conjunto. Pero cuando escribimos,
deseamos provocar emociones y pensamientos en aquel que lee, y si los tenemos
en cuenta a la hora de escribir, esto va a notarse. Creamos un nexo invisible
entre el escritor y el lector, y la conexión de nuestro escrito puede
enriquecer la vida de ambos.
Reconozcamos, los editores esperan que estemos conscientes
a que público nos dirigimos. Si vamos y entregamos un manuscrito y decimos: «Es
una increíble y “novedosa” historia de distropia adolescente», (él en su mente
tiene “otros” libros de esa categoría). Luego, encuentra que iniciamos con una historia con
los típicos adolescentes decididos a
salvar su mundo, pero luego comienzan a drogarse, a tener sexo a lo loco,
comienzan a matarse entre ellos mismos, hasta el punto de llegar al
canibalismo, y todo con escenas “increíblemente novedosas y explicitas”… ¿Qué
pensará el editor? Tenemos que pensar
que recibiremos una carta de rechazo y un no rotundo, porque ninguna casa
editorial seria se atrevería a poner eso en las manos de chicos de catorce
años, con su nombre estampado en la portada. (Aunque parece que sí existen unas
editoriales que no les importa la calidad del producto, ese será un tema a
futuro).
Por otra parte, si decimos que
nuestro libro es de superación y apta para público joven y mayor, y escribimos
acerca de lo que ocurre con un joven atleta que por un accidente pierde la
habilidad de caminar, y se ve confinado a una silla de ruedas, sus temores, su
negatividad, el rechazo a todos, para terminar aceptando su nueva condición y
enterarse que la mayor limitante está en su mente por lo que se propone ir a
las olimpiadas paraolímpicas… Si está bien escrita, si la historia y los
personajes son atractivos y tienen peso, si hay veracidad… es muy probable que
más de alguno desee leerla.
Esto es muy importante, aún si
decidimos auto-publicar. Conocer a donde está nuestro público, nos ayuda a
mercadearnos. Nadie en su sano juicio auto promocionará su libro de terror,
buscando público si crea un blog de “Bodas y Quince años”, buscará conectarse
con blogs, páginas y toda red social o revista online, que esté relacionado con
el público APTO para su libro.
Tome en cuenta que no puede
cargar todos los estilos literarios, para “abarcar más audiencia”, lo que
tendrá será como, una fea versión literaria, de un mal “quilt” con retazos de
telas de jeans, lonas de camuflaje
militar, tules de rosas amarillas y algodones con patos en una bañera, todos
tejidos en un mismo edredón...
No se ofusque, disfrute de la
experiencia que conlleva el proceso de escritura. Tenga en cuenta que los
gustos son tan variables, como los colores del arcoíris. Y si sabe a dónde
buscar, hay un público que estará atento y gustoso de leer su historia; como
siempre lo he dicho:
K.M buena entrada. El tema creo que da para más consideraciones: Joyce decía que escribía para sus futuros lectores dentro de 1000 años. Lo primero que pienso como escritor es, en esa especie de catarsis que inunda a cualquiera que se atreva con la página en blanco, en la calidad y calidez, huyendo del estereotipo, buscando sorprender y por lo tanto no me importa tanto la cantidad. ¿Escribo pues para una elite?
ResponderBorrarCada uno es el producto de sus circunstancias intelectuales y afectivas; el entorno, y sobre todo la mirada, moldean nuestro quehacer. Espero nuevos post. Abrazo.
Pienso de la misma manera. En mi caso, sólo me he atrevido a hacer público pequeñas muestras, (como en el taller). A veces no es el estilo que más me sienta cómoda, por las limitaciones de espacio. Soy de escribir mucho y por eso suelo decir "proyectos personales", porque hasta ahora, van cuatro y no han visto la luz.
BorrarAcabo de cargar una nueva entrada, con un pequeño análisis de los diferentes POV existentes, algunos no muy explotados en la literatura en español. Espero lo leas y lo disfrutes. Saludos y abrazos.