viernes, 7 de junio de 2019

Novela- Serie II- Partes de una novela: Escenas (2/2)


Hola de nuevo, aquí la segunda parte de la pequeña serie, si no has leído la primera o quieres refrescar la información, lee el enlace aquí (Primera Parte), porque es muy necesaria que tengas en cuenta cómo es la estructura de una novela y mantengas todo fresco para que comprendas a cabalidad todo el concepto de la estructuración de una.

En la ocasión anterior hablamos de los libros y los capítulos, que son las partes más grandes de una novela. En esta ocasión vamos a estudiar con microscopio la parte más pequeña de los capítulos: las escenas narrativas.

Novela- Serie II- Partes de una novela:Libros, Capitulos y Escenas (1/2)




UPDATE: por una extraña razón esta entrada de borró de su publicación el 21/05/2019- la recargamos.

Continuando la serie: Novela, ya hemos hablado de «¿Qué es una novela?», por lo que ahora estaremos ahondando en el tema de «¿Qué partes componen una novela?»


Estuve leyendo, mientras preparaba este material, un “libro” que fue auto publicado en una red social. Me llamó mucho la atención la forma de escribir de la persona que lo hacía. Explicaba lo difícil que era escribir, y aunque la intención cuenta, explicaba algunos puntos que a mi criterio estaban bastante errados. Esta persona explicaba en su libro los errores comunes a la hora de escribir y cómo corregirlos. Algunos de sus consejos estaban bastante correctos, pero cuando explicó sobre la narrativa, se basó únicamente en lo que teóricamente es conocido: introducción, nudo y desenlace. Esto es parte de la estructura de una novela, pero NO ayuda al escritor a comprender qué hacer y cuándo.
Mi curiosidad y mi imposibilidad de quedarme con alguna duda, me ha hecho leer mucho sobre temas que me gustan. Mi pasión es la escritura, y aunque comencé a escribir de una forma bastante intuitiva (y correcta). Entre los once y los trece años de edad, escribí unos tres intentos de novela. No puedo negar que habían temas de los que me consideraba medianamente conocedora, y reconozco que en este arte, ni en la actualidad lo sé todo. Mi formación literaria en aquella época se basaba en un diccionario, unos libros clásicos y un libro de Redacción y Gramática. Mi creencia era que una novela se dividía en capítulos. Punto.
Recapítulemos: la estructura de cualquier línea argumental o historia en una novela se compondrá de: Introducción, Nudo y Desenlace*. Dentro de la novela explicamos en la parte I, que existe “la trama narrativa” que también comprende los mismos elementos: planteamiento, nudo y desenlace.  Pero, aunque ambos contienen los mismos elementos, son diferentes. Uno lo llamaré “global” y otro “fragmentado”.  Aunque suene repetitivo, tanto en la estructura de la novela, la línea argumental, los capítulos y las escenas, siempre, contendrán el mismo esquema (I-N-D*).

En la estructura de la novela: (Global)
La introducción es casi siempre usada en el primer Capítulo. A veces el autor prefiere hacer uso de un Prefacio. Ahí nos introduce a los personajes principales, algún secundario de interés, el mundo, etc. Nos cuenta a groso modo, quién es el personaje principal, un poco de su vida, actual o pasada, alguna característica física o de carácter. Nos introduce el mundo, la época, la situación dentro de la historia.
El nudo este se va desarrollando a través de diferentes capítulos en forma de pinceladas, datos esparcidos de información o se nos presenta completo el conflicto que viven los protagonistas en determinado momento “pico” de la historia. Conocemos en este tiempo, sobre qué va la historia y cuál son las decisiones que se han tomado al respecto. Por lo usual, es aquí donde entendemos las motivaciones tanto del personaje como del antagonista o villano de la historia.
El desenlace es cuando las adversidades, en los momentos de mayor clímax de la novela, usualmente se resuelven por partes, si el conflicto lo permite; o este tiene una resolución súbita en el último capítulo. Es simplemente, el final, sea de victoria o de derrota a lo que el nudo nos planteó. La conclusión del libro.

En la trama narrativa. (Fragmentado)
La introducción nos plantea una situación que parte usualmente del NUDO de la novela, es decir, que a raíz del problema podemos ver cómo el personaje, el entorno o ambiente va a desarrollarse.
El nudo representa el conflicto que tiene el personaje sobre la situación X, qué medidas van a ser tomadas, la dirección que apunta la historia y qué están haciendo los personajes para resolver ese conflicto o suceso inmediato.
El desenlace es la resolución a ese conflicto o suceso inmediato. Esta usualmente se resuelve dentro del mismo capítulo o escena, aunque algunos conflictos de trama pueden extenderse su resolución a espacios más amplios.

Aclaremos con un ejemplo:
La “estructura de la novela” trata de dos jóvenes que fueron dados en adopción  en Nuevo México (introducción/global), y éstos deciden ubicar a cualquiera de sus padres biológicos, por lo que huyen del hogar temporal (nudo/global), hasta localizar a la madre que ahora vive en New Jersey. (Resolución/global)
La “trama narrativa”, nos presenta determinado suceso o conflicto como línea argumental primaria;  a las que se le pueden unir otras tramas, llamándolas “sub tramas”.  Por ejemplo,  encontramos a los chicos dentro del orfanato (introducción/fragmentado) planteándose obtener información sobre sus padres biológicos (nudo/fragmentado), por lo que asaltan a escondidas los archivos para robarse su expediente (resolución/fragmentado), pero como sub trama, tenemos al tutor de los mismos, tratando de encontrarlos, y siendo que él mismo fue adoptado, apela a sus recuerdos y emociones para tratar de ubicarlos.

En el ejemplo del plan de los chicos de huir, pueden tomar varias escenas, o un capitulo entero; pero NO es la novela, sino solo un “episodio” dentro de la misma. La novela puede contener varias TRAMAS, con el fin de enriquecer el escrito. En otras ocasiones, existe una sola trama principal, y el enfoque del autor girará solo alrededor de la misma.
Sabiendo esta diferencia, el autor debe tener muy claro cuál es la historia central de su novela (estructura de la novela), y durante la planificación podrá incluir las diferentes tramas narrativas que desee incluir en esa historia (la necesidad de pertenencia de los chicos, las experiencias pasadas del tutor, el sentimiento de culpa de la madre, etc). Cuando el autor conoce “su historia” puede diseccionar de mejor manera la misma. Ya sea un escritor planificado o no, es necesario tener al menos la estructura de la historia concluida. No saber cómo termina la historia, puede crear conflictos a la hora de darle un fin, convirtiendo la misma en una serie de tramas narrativas interminables.

Novelas – Serie, Libros o Sagas.

Cuando hablamos de esto, es lo que también se le denomina “libro”. Una serie de libros es una secuencia de publicaciones que tienen ciertas características en común que se identifican formalmente como un grupo. Las series de libros se pueden organizar de diferentes maneras, como las escritas por el mismo autor, o se pueden comercializar como grupo por su editor. Algunas novelas, no todas, pueden volverse serie de libros. Ya sea porque el editor o casa de publicidad ha decidido dividir “una novela” por su extensión. O porque cuando se lanzó la novela, el público (o la editorial) esperaba o pidió continuaciones de la misma. Otros pueden llamarle “sagas”. Un ejemplo es “El Señor de los anillos“, que por su extensión se dividió en tres libros. Sumando los libros de “El Hobbit” convirtiendo esta historia en una “saga” de seis libros. Aunque existen “sagas” que no son escritas por un mismo autor, como por ejemplo: “Millennium“, original de Stieg Larsson, quien dejó escritos tres libros, que ya fueron publicados, aunque se contemplaba una serie de diez novelas. Por lo que después de su muerte se designó a David Lagercrantz, para continuar ese trabajo. Lo mismo ocurrió con los libros de “James Bond” y “Jason Bourne”, donde el autor original fallece y otro(s) asume(n) darle continuidad a la serie. Libros en serie que han sido escritos, hasta la fecha, por un solo autor “Juegos del Hambre”, “La Torre Negra”, “Harry Potter”, “Juego de Tronos” en otros.
La longitud de una novela, dijimos anteriormente, puede marcarla como novela corta, ( aprox. 30,000 a 50,000 palabras) o simplemente novela (+50,000 palabras).
Pero, la novela sea parte de una serie o libros, o una sola, se divide a sí misma en Capítulos.

¿Qué es un capítulo?

“Es la división que haces en un libro o novela para facilitar la lectura y el orden e integración de los contenidos, suele tratar un aspecto concreto de la materia o asunto principal del escrito.”
Cada capítulo, por lo tanto, supone una parte o sección dentro de una obra de una cierta longitud,  aunque si la obra es muy breve, no se justifica la división en capítulos. La extensión de los capítulos varía de acuerdo con las intenciones y necesidades del autor y la obra. De hecho, dentro de un mismo libro, por ejemplo la duración de cada capítulo puede diferir considerablemente del resto. La propia palabra capitulo viene de la raíz latina capitulum, diminutivo de caput, que significa “cabeza”. En el encabezado de un capítulo se pueden incluir otros elementos: un texto que resuma su contenido, un dibujo, un epígrafe (una cita extraída de otra obra, real o ficticia).
Se suelen numerar los capítulos por orden de aparición o consecutivo, ya sea usando las numeraciones romanas o arábigas, (Capítulo 11, Capitulo 12 o Capítulo III, Capitulo IV). Algunos capítulos no tienen número y se consideran como una subdivisión diferente (la introducción, el epílogo, etc.). Ciertos escritores, por otra parte, no numeran los capítulos, sino que dan un título a cada uno. Entre usar un número o nombrar el capítulo, queda a la preferencia del autor. En lo particular, me gusta nombrar mis capítulos, pero dependiendo de la historia, dejaría un número únicamente en caso de ser publicados.
Por lo general los libros de no ficción suelen nombrar sus capítulos para facilitar las referencias, por lo que incluyen un índice. Las novelas a veces incluyen también un índice, en especial aquellas que usan un nombre en lugar de un número, y se incluirán todas las demás subdivisiones, como la Introducción, Prólogo, Epílogo, Vocabulario, etc. dentro de ese índice. Cada uno indica el número de página donde se ubican.
Lo habitual es que cada capítulo contenga varias páginas y que la extensión de todos los capítulos de una misma novela sea similar en número de páginas, aunque esta no es una regla. El número de capítulos de una novela puede variar, pero, por lo general, cuando es reducido en lugar de catalogarse como capítulos, se divide en partes. Es posible combinar en una novela partes y capítulos, es decir: una novela puede estar dividida primero en partes y luego en capítulos. En la antigüedad, como muchos libros eran escritos para ser “actuados” en teatro, a esas partes de le llamaba “Actos”.  Ejemplo de esto es: la novela “It” de Stephen King (1987) cuenta con 1504 páginas divididas en 36 capítulos. La novela corta de “Soldados de Salamina, de Javier Cercas, cuenta únicamente con 216 páginas, por lo que está dividida en tres capítulos que podemos llamar partes. Cada una representa: La Introducción, el Nudo y el Desenlace casi de forma literal. En la novela “1984, de George Orwell, cuenta con 326 páginas y está dividida en tres partes, pero a su vez, cada una contiene capítulos.  PARTE I, con ocho, PARTE II con diez y PARTE III con seis capítulos.

¿Para qué sirve dividir una novela en capítulos?

Por lo usual, se suele dividir en capítulos por dos razones: Estructurar mejor la historia, que facilita el trabajo del autor, ya sea porque decide separar por capítulos las diferentes estructura de la novela, o porque desea presentarlos como entes independientes pero no aislados. La segunda es una ventaja para el lector. Este podrá leer un capitulo entero y hacer pausa una vez que lo termina. Esto le ayuda a digerir lo que ha leído mientras se reconecta con la historia cuando comienza la lectura de un nuevo capítulo.
Otra ventaja: Trabajar con el borrador. Sea que la obra pase a manos de un profesional o sea corregida por el propio autor, esta división le permitirá encontrar con mayor facilidad un punto determinado en la narración, ya sea para releer una escena o para comprobar y/o corregir un dato.

¿Cómo se divide la novela en capítulos?

Como decía mi abuela “No todos saben partir un pastel”. Conviene dividir la novela en capítulos como “micro historia”. Es decir, que ese capitulo, con sus escenas. puedan estar todas inter-conectadas con una trama narrativa especifica. Lo que escribamos en ese capitulo tiene conexión. Como expresé anteriormente, yo suelo nombrar mis capítulos. Imaginemos uno que se llama “La Huida” (basándonos en el ejemplo de los huérfanos) este capitulo, solo tratará de aquello que haga esa conexión. No incluiremos por ejemplo, un flashback del tutor (sub trama) de cuando él mismo fue adoptado. Porque no tienen relación. Pero sí podríamos incluir por ejemplo, un flashback de lo que otros internos le cuentan a los hermanos, las leyendas urbanas de cómo otros niños han huido sin ser atrapados.
Los capítulos deben poder leerse con una cierta independencia unos de otros, y en este sentido debemos procurar que toda la información que brindemos en un capítulo guarde mucha más relación entre sí que con la ofrecida en el capítulo anterior o en el siguiente. Debemos recordar el principio de Acción-Reacción que toda historia debe mantener.
Ahora, existen historias lineales o cronológicas. Estas siguen un orden puntual, casi de reloj suizo, en lo que ocurre en ella. Lo habitual es que los capítulos queden delimitados exclusivamente por las elipsis temporales que realice el narrador. Usemos el recurso visual de una película: Una chica sale de un lugar y se dirige a otro. La secuencia no tiene por qué abarcar todo el trayecto (salvo casos especiales que deseemos destacar, claro está). Se ve a la chica salir de su casa, luego se ve sentada en el autobús que la va a llevar a un determinado destino, sin que veamos cómo se “subió al bus”. En eso consiste la elipsis, sea literaria o cinematográfica. En este caso, el autor seguirá una secuencia cronológica, pero NO describirá todo, haciendo pequeños saltos a futuro sin afectar la línea temporal de su historia.
En el caso de narraciones no lineales, los capítulos suelen quedar delimitados por elipsis al pasado o al futuro, por los cambios de punto de vista o de escenario, y por los saltos entre una trama y otra dentro de la misma historia. Hay muchos recursos que se usan en narrativa no lineal; in media res, ruptura temporal, contrapunto o circular. Si conocemos en cuál estructura narrativa deseamos nuestra historia será más fácil imaginarnos qué contendrá cada uno de nuestros capítulos.

¿Cuándo realizar la división en capítulos?

Como siempre, la planificación es necesaria. Pero no todos los autores tienen su novela completa en la cabeza. Muchos trabajan desarrollándola a media que escriben. Sea que planifiquemos o no la escritura de la novela, podemos realizar la división en algunos momentos distintos:
Para los que planifican, es necesario que tengan un número de capítulos establecidos. Esto no solo los mantendrá dentro de un límite, sino que podrán ajustarse a sumar o restar en caso de necesidad. Con el argumento en un nivel mínimo de detalle, ya tenemos una sinopsis argumental, con el número X de capítulos. Luego detallaremos el argumento en escenas y las iremos colocando en los distintos bloques de narración.
Por ejemplo, en la novela El nombre de la rosa”, de Umberto Eco, la trama del libro se basa en los acontecimientos que ocurren en siete días, (capítulos) y su vez, cada uno de estos apartados se divide (escenas) según las horas correspondientes a los oficios que se llevaban a cabo en los monasterios y abadías de la Edad Media. En ese sentido, para que el lector tenga claro a qué horas de luz se corresponden cada uno de los oficios, Eco hace una relación en una nota preliminar.  Una estructura como ésta condiciona el argumento, ya que la acción ha de estar muy repartida a lo largo de cada uno de los días.
Este proceso es mucho más fácil para aquellos acostumbrados a usar bloques  o tarjetas de notas, o programas de escritura, no el típico Word o NoteBlock, no funciona tampoco con el Google Drive, por lo que necesitaran un apoyo extra para la toma de esas notas. En el caso de YWriter, que es mi programa de escritura favorito, o el Scrivener, vas y creas el archivo con todos los capítulos (mínimo) que deseas escribir. En cada capítulo puedes hacer una nota. He aquí un ejemplo de ello.


Otra forma es a través de la escaleta. (Sinopsis más amplia del argumento). Primero, detallaremos el argumento global de nuestra historia. Después trabajaremos en una escaleta de escena que creemos necesarias, procedemos a agruparlas en los diferentes capítulos. Para aquellos que tienen una “idea” pero NO toda la historia, resulta aconsejable, porque podrá ver cuales son los detalles que le faltan en su historia. También a aquellos que les resulta difícil saber “dónde” dividir los capítulos.
Por último, dividir sobre la marchaa medida que escribimos la novela, simplemente narraremos la historia, hasta llegar al punto en el que creemos que podemos cerrar el capítulo y lo cerraremos. Usaremos ese mismo ejercicio hasta completar todo el trabajo. Aquellos que  no planifican, ni la narración o el argumento, los “alas libres”, funcionará para las novelas más cortas, lineales y sin muchas tramas. Una historia con tramas más complicadas, muchos personajes y con una narrativa no lineal, podría ser frustrante para un autor poco organizado.

Dividir al final, una vez que terminemos la novela. En este caso, ya tendremos una visión completa de la historia. Podremos decidir el número de capítulos y la extensión de cada uno según la estructura que más le convenga a la historia, al autor o al lector.
Ya tenemos nuestros capítulos, pero estos aún contienen una parte importante, solo que más pequeña… La escena.

Pero, por ahora nos quedaremos aquí, porque si lo dejo completo sobrepasaría las seis mil palabras. Se retiene más, estudiando por fragmentos.
En la próxima entrada hablaremos sobre todo lo importante que es una escena, aunque sea la parte más pequeña de una novela. No te lo pierdas porque vamos a exprimirla al máximo.
¡Nos leemos!

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