Si has seguido
la serie, concluiremos con esta entrada en este tema. Sino, o quieres refrescar
tu memoria, te pido que también leas las primeras entradas de esta: La motivación de tu villano ¿la conoces? y Cómo crear villanos creíbles 1/2.
Hoy concluimos este
interesante tema, con lo que no debemos hacer con nuestros villanos.
Antes de entrar
de lleno en el tema, debo recordarte que toda la información de personajes y
autores, están enlazados a Wikipedia, por si deseas conocer un poco más sobre
ellos.
Hagamos un poco
de historia: En países hispano-parlantes estamos influenciados por lo que se le
conoce como telenovela o sólo novela
en la televisión.
Empresas se dedican a producir una telenovela y si tuvo éxito, vuelven a hacer una nueva adaptación de ésta con otro nombre para las nuevas generaciones. Y fue ahí en donde yo descubrí a la “mala de la novela”, esa mujer que vivía sólo y exclusivamente para hacerle la vida de cuadros a la chica pobre, humilde y bella que el galán amaba.
Empresas se dedican a producir una telenovela y si tuvo éxito, vuelven a hacer una nueva adaptación de ésta con otro nombre para las nuevas generaciones. Y fue ahí en donde yo descubrí a la “mala de la novela”, esa mujer que vivía sólo y exclusivamente para hacerle la vida de cuadros a la chica pobre, humilde y bella que el galán amaba.
Y esto me hizo
detestar las telenovelas. Por alguna extraña razón, a mi temprana edad de ocho
años, pensé en que eso no era posible. Nunca mostraban ningún ápice de
humanidad, por nadie, sino sólo un amor enfermizo por el amado o el hijo. Fue
hasta que miré “Yo
soy Betty, la fea” que descubrí a una antagonista más humanizada, en
Marcela Valencia, la novia de Armando Mendoza. Porque ella, era una mujer
insegura que amaba mucho a su novio, pero que al mismo tiempo, deseaba
mantenerlo sometido a sus caprichos y se cegaba por los celos; porque él no era
tampoco monedita de oro. Al final de la historia, vemos su debilidad y su
naturaleza humana con todas sus inseguridades. Pero la pobre de Betty, se vio
rodeada de muchos antagonistas, que aunque le hacían la vida insufrible, ellos
mismos pasaban sus malos ratos. Menos, Mario Calderón, quien ese era malo por
natura y todo parecía irle en rueditas…
Conclusión, cada
antagonista tenía sus virtudes y defectos. Y por ello, la telenovela rompió con
todos los records de audiencia, ganando inclusive un puesto en el Guiness
Record. Lo que hizo que se hicieran diferentes versiones de la misma en países
tan lejanos (de Colombia), como Rusia, Francia o Japón, cada uno haciendo su
propia versión de la afamada telenovela. Su triunfo fue que las personas se
identificaran con los personajes, y no únicamente con la protagonista. ¿Quién
no se ha sentido feo alguna vez? ¿O quién no ha recibido una llamada de la
agencia de créditos? ¿Temor al fracaso? ¿Sufrido o hecho algún acto de
infidelidad?
Pero, también
estamos rodeados de errores a la hora de presentar a un antagonista; por lo que
hay que evitarlos a toda costa, aunque lo veamos con frecuencia en libros,
telenovelas o películas.
Aunque los
villanos son importantes para mantener el suspenso o la intriga en la historia,
y porque los héroes (ella y él o ellos, etc.) necesitan una oposición para
lograr sus objetivos, el villano no es una pieza móvil o de decorativa en la
historia.
Recapitulamos:
El villano tiene una parte importante en la historia y debe ser tratado con el
respeto y dedicación como lo hacemos con los protagonistas.
1-DARLE DEMASIADA IMPORTANCIA AL
VILLANO - Si no estamos escribiendo sobre un antihéroe, lo mejor
es mantener al antagonista un poco por debajo del protagonista. Si el villano
tiene las mejores frases, las escenas más épicas, más memorables, tendremos un
personaje con demasiado peso en la mente y atención del lector. Es
indispensable, que el guarde su espacio, sin invadir el del otro.
Por poner un
ejemplo, (con el perdón de J.J. Abrams, a quien admiro); en la película StarTrek: Into darkness,
el personaje de Khan, opaca al personaje del Capitán Kirk, que comete error
tras error durante el film. Las intenciones de Khan, parecían justificadas con
los mejores diálogos, tanto que al final del film, el propio Kirk, hace uso de
la frase: “Bienvenida a la familia”, a una nueva tripulante, cuando antes,
durante todo el film, no hizo mención o actúo con ese pensamiento. Al contrario
de Khan, que le interroga: “Mi tripulación es mi familia ¿Acaso hay algo que tu
no harías por tu familia?
2-SU VILLANO NO DEBE PORQUE SER UN
PERVERTIDO – Volvemos a mencionar, que a no ser que escriba sobre
un sicópata, su villano no debe porque tener todas las manifestaciones que la
sociedad rechaza. En las historias épicas, es común dotar de esas
extravagancias al villano. Que no le falta asaltar a la villa, violar a todas
las mujeres, sin importar ni la edad, para terminar quemando a todos vivos
metidos en la parroquia. O que hace orgías a doquier, con quien sea y donde
sea. Se bebe la sangre de sus víctimas en sus propios cráneos, etc., pero es
algo que el género acepta. Pero si nos volvemos a la época actual, es el que no
le importa sacar de su casa a una familia en pleno invierno por no poder pagar
la renta. Bueno, de estos los hay, pero si a eso le sumamos que insulta, ofende
a la mujer, la manda a la cárcel y la separa de sus hijos con la ayuda de la
asistencia social…A menos que ella ceda ante sus perversidades… la cosa cambia
¿no?
Recordemos que
según la historia, la intensidad de las
intenciones del villano o antagonista, así será su personalidad. No todos
pueden ser un Calígula o un Vlad Tapes, si se supone es una persona “normal”.
Un personaje como Patrick Bateman de “American Psycho”,
novela de Bret Easton
Ellis, es digno de estudio. Por su complejidad, no porque al autor se le
plació hacerlo malo porque sí. Era una persona sicópata y lo vemos transformarse
a lo largo de la novela, narrada en primera persona, haciendo que te metas en
la mente desquiciada del personaje.
3-CUANDO LO QUE HACE EL VILLANO ES
OBVIO – La simpleza en el villano no es del agrado de nadie. Si
este envenena al padre de la novia, y fue el último en verlo. ¿No sería el
primer sospechoso? Recordemos que el
villano/antagonista debe ser complejo en el sentido que sus maldades son “bajo
la mesa”, sobre todo si usamos a ese villano como el amigo hipócrita del
protagonista. Cuando es un antagonista de frente, ese que no teme poner su oposición
de manifiesto, debe emplear el recursos del camuflaje, es decir, dar
información que resulte escondida al ojo del lector, pero que está ahí. Tanto
el protagonista como el lector, pueden ir atando cabos, y no como una verdad
revelada que no sorprendería a nadie.
4-ANTES DE QUE TE MATE…TE CONTARÉ
TODO - Esto nos lleva a esta parte, cuando el antagonista se
confiesa ante sus víctimas. Eso yo aprendí a detestarlo en las telenovelas, la
mala acorralaba a la heroína y a punta de pistola, le decía todo lo que había
hecho, y lo que pensaba hacer para deshacerse de ella y como se quedaría con el
chico de la novela, diciéndole que estaba embarazada. Quizá por la influencia
que tenía con la serie de dibujos animados de Scooby Doo, donde al final de
cada episodio, el malo confesaba sus crímenes, terminando con la frase: “Si no
fuera por estos chicos…”, esas dosis de honestidad en el antagonista me
parecían antinaturales y metidas con calzador.
Su antagonista
no está en el confesonario, no debe dar las razones de su odio, porque su mamá
no le compró aquel helado en el verano del 1999, tampoco debe exponer sus
rabietas o temores ante sus “enemigos”. Nosotros, como personas normales, no les
damos esas herramientas a las personas que sabemos que no le somos de su agrado
o pueden tomar ventaja de esa debilidad. No vamos a la oficina del jefe de RRHH
y le decimos: “Los informes de contabilidad, me los hace Domínguez, porque a mí
me da pereza y él es un mandado”, tampoco debería pasar en las historias. Para
ello existe el recurso de la narrativa, los flashback y los giros argumentales
que nos sirven para sacar a la luz, esos detalles que nos hacen comprender
porque ellos son como son.
5-EL VILLANO DE TODA LA VIDA –
Las historias están plagadas de los mismos antagonistas de siempre. Sobre todo
en las novelas con inclinación romántica, dramáticas o distópica. El malo de la
historia es el/la amante celos@, la hermana envidiosa, el jefe déspota o el líder
ególatra. Sí, sé que de eso está plagado el mundo y pareciera que no podemos
evitar caer en los mismos patrones. Sin embargo, hasta lo común puede volverse
diferente e inclusive extraordinario. Para pensar en un antihéroe (él es su
propio antagonista) es el personaje de Jean-Baptiste Grenouille,
del libro “El perfume”
de Patrick Süskind . Es un simple joven
criado en la pobreza, que se obsesiona con el olor de las cosas, tanto que se
convierte en un asesino recolector de aromas. ¿Sigue siendo un simple chico?
Sí, lo es. Pero es su personalidad y su cualidad lo que lo hace extraordinario.
Para las historias alejadas de lo fantástico, esas mismas personas, deben de
poseer una personalidad que no resulte común, la hermana envidiosa no debe
estar sólo llena de amargura; puede ser una mujer de una gran belleza, pero es
insegura. Sin embargo, tiene talento para el canto y es dama voluntaria. Crear esos
contrastes del yin-yan en los personajes, los vuelve atractivos. Recuerda, el
antagonista no sólo vive para hacer maldades, también tiene una vida propia y
quizá tiene cualidades que únicamente manifiesta con un grupo reducido. Un
ejemplo de esto, es el Sr.
Brooks, que es un asesino en serie, pero lleva una vida familiar bastante
común.
6- QUE LAS RAZONES TENGAN PESO –
Como mencioné antes, el antagonista debe de tener razones de peso para sus
acciones. Sobre todo, para aquellos con grandes planes de venganza. Esto toma
tiempo, energía, ponerle mente y planificarlo para que sea ejecutado de la
forma, que el antagonista, este satisfecho. ¿Pero qué si al final, el lector se
entera que su ira contra el protagonista, es porque antes fueron amigos y se
separaron al salir del bachillerato? Debe existir algo que justifique esas
acciones en la medida de su ira. ¿Su odio es por la humanidad? Justifíquelo. No
nos olvidemos de Hannibal
Lecter, personaje de las novelas de Thomas Harris, su odio por las personas fue producto del
sufrimiento que fue sometido siendo un niño, y la tortura que pasó en manos de
personas que fueron tan malas como el mismo terminó convertido. Hay historias
que las razones de la maldad están justificadas
por la codicia, la ira, los celos, la ambición desmedida y ansias de poder,
esto combinado hace de un malo, un malvado. Si su antagonista es un abogado que
mete en líos a su compañero de leyes, porque anhela ese puesto, es válido, pero
si se suma que está secretamente enamorado de la chica de su rival, justificará
mucho más sus maldades. Recuerde…
7- CUANDO EL VILLANO SOBRA – A
veces una historia no tiene un antagonista principal, sino una serie de
opositores a que los planes de los protagonistas se realicen como ellos esperan
o desean. Hay personajes que son un lastre a que el protagonista evolucione, y
le colocan muchas trabas, que le impiden avanzar a su meta. Pero a veces,
también cambiamos a esos antragonistas, de tal manera que se convierten en otra
cosa, muy fuera de lugar de la historia. Como comenté anteriormente, la vecina
chismosa, que termina siendo una asesina sicópata que desea matar a la
protagonista. Cada antagonista u opositor debe de tener una razón. El
antagonista es como el hule de resorte, retiene por un tiempo pero servirá para
catapultar la historia y al protagonista a otro nivel. Si solo existe para
hacer oposición y el héroe no avanza nada, no aprende nada y todo sigue igual, elimine
a ese opositor. Reinvente otro, dele un giro al porqué existe, pero no lo deje
ser igual. A la roca en el camino, se le rodea, se le atraviesa o se le salta,
no se queda uno contemplándola esperando que se mueva sola.
8- EL VILLANO QUE JUSTIFICA AL
HEROE/HEROÍNA – Es ese personaje malvado u hostil, que sólo funciona
para resaltar las virtudes de los protagonistas. Es la prima malvada que
envidia la belleza y el candor de la joven, el amigo envidioso de los talentos
deportivos de su amigo que aborrece en secreto. Y los dotamos de todos los
defectos posibles, para que nuestro héroe brille por luz propia. Si debemos
colocar a nuestros protagonistas a la par de un defectuoso para que brillen,
significa una sola cosa, no hay grandes virtudes en ellos dignas de admirar.
Hay que usar otros recursos narrativos para sacar a la luz esas cualidades novedosas
en los protagonistas, pero nunca usar el recurso de poner a un feo, al lado de
la bonita.
9-EL VILLANO DEBIL –
El punto anterior, nos lleva a esta nueva discusión. Nunca usemos al villano
para demostrar la superioridad del protagonista. Este merece un digno
contrincante a quien enfrentarse. Si el protagonista con una mirada o una
palabra, hace temblar al villano, pensaremos que solo se trata de un bufón. El
villano debe tener cualidades y habilidades iguales, o superiores, al
protagonista. Los villanos son personajes que siempre han demostrado dos
cualidades: Perseverancia y Astucia. Ellos sin importar un fracaso, lo tomaran
como aprendizaje, para desarrollar sus tácticas. Porque ellos se defienden como
gatos panza arriba. Recuerde que un villano guarda un as bajo la manga, y la
usará cuando la necesite.
10- USAR EL DEUX EX MAQUINA – No
juegue con la inteligencia del lector. Si su villano tiene planes, deben ser
coherentes. Ese as bajo la manga no aparece de la nada. No resuelva tampoco por
arte de magia, los conflictos entre el protagonista y el antagonista. En algunas ocasiones, la historia no resuelve
un conflicto, ya sea porque se piensa continuar una serie, o porque el autor
decide que el mismo no se resuelva. Como por ejemplo que el asesino nunca sea
capturado. Pero todo debe de tener un cierre, es decir que aquello que debe ser cerrado se haga. Si el personaje
tiene un conflicto con su padre abusador, este quizá no se arrepienta, pero el
protagonista puede continuar su vida, sin que las heridas del pasado le afecten
para destrozarlo, si es que termina en redención. O por el contrario, que ese
mismo trauma, se vuelva en contra suya.
HAGALO BIEN
Como consejo
final, recuerde que debe investigar mucho sobre su villano/antagonista/opositor.
El tiene un puesto importante dentro de su historia, es quien hace que su
protagonista pueda desarrollar sus cualidades, puede incrementar el “vértigo”
en la historia y evocar emociones impensables en el lector.
Tómese el tiempo
para conocer a su antagonista, véalo como una persona real, tanto como ha imaginado
a su héroe. Sea como un sicólogo frente a él/ella. Medite sus acciones, remueva
el suelo, vaya a la raíz. Solo así podrá estar seguro que lo que escriba de
ellos, es exactamente lo que ellos harían.
Los personajes antagónicos,
pueden ser muy entretenidos de crear. Sobre todo si sus personalidades son
atrayentes por alguna cualidad. Yo siento enorme atracción por las mentes
brillantes y las personalidades seguras. Pero si a esto le sumamos, maldad
extrema, mi admiración se convierte en temor. Su rol es mostrar las flaquezas
del hombre y que todo ello siempre trae consecuencias, a veces, no agradables.
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agradado esta serie, me sentiré muy agradecida que me regales un comentario en
la caja de abajo, así como que compartas en las redes sociales, esta entrada
para que otros tengan la oportunidad de conocer estas técnicas de ayuda a la
escritura de personajes. ¿Y tú, que piensas? Cuéntanos tu experiencia con los
villanos, y cuales son aquellos que te han marcado.
No olvides que
estoy en las redes sociales, si gustas puedes ir al icono al inicio de la
página y suscribirte a ellas. Sigo preparando temas de interés para los que
queremos aprender más en este arte tan hermoso como lo es la escritura y así
podemos aprender juntos.
Hasta la
próxima, ¡Nos leemos!
Como siempre excelente K.Marce :D
ResponderBorrarUn abrazo amiga!
Muchas gracias amiga, espero que te sea útil cuando escribas de un malo-maluco.
BorrarY uno de mis villanos favoritos, es "Cerebro", ese ratón cabezón que nunca logra nada, pero que cada noche, piensa en... ¡cómo conquistar el mundo!
Excelente conclusión. También detesto ese final en el que el malo elabora una rocambolesca situación para matar al protagonista o le explica el por qué de su actuación simplemente para dar tiempo al héroe de escapar. Para concluir, creo que un buen villano es aquel que se conforma con el reverso del protagonista. Por ejemplo, si el protagonista es un defensor de la naturaleza, el villano debe ser alguien que entienda que la manera de defenderla es extinguiendo a los seres humanos. La otra moneda como Dos caras en Batman. ¡Aplausos!
ResponderBorrarMe gusta esa perspectiva, cuando el protagonista y el villano, parece que tienen un mismo horizonte; pero la inclinación es completamente opuesta. Muy agradecida que lo hayas compartido y que comentaras. Es un gran estímulo para mí, porque cuando estudio un tema, ya quiero compartirlo con todos ustedes. Un saludo afectuoso amigo de letras. :)
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