Controversia. Muchos escritores nóveles tienen el enorme anhelo de
sacar a luz una historia que conmueva a las masas... hablando de ellos
mismos.
Hace mucho tiempo atrás leí un artículo (no recuerdo la
fuente), en donde el autor expresaba que es muy común en escritores no
profesionales, escribir a sus personajes principales como ellos mismos, o
escribir sus propias autobiografías cuando no son personas conocidas o famosas. Ya he tocado ese tema por estos lados.
¿Yo? ¡No, nunca lo he hecho!... Bueno, quizá un poco. Como
escritores, basamos muchas de las experiencias de los personajes, en las
nuestras. Ya sea esta a través del dolor, el amor, el rechazo, la
aceptación, etc. Y es completamente sano hacerlo. Porque no podemos
exteriorizar efectivamente experiencias que no hemos vivido de cerca o
que han ocurrido a nosotros mismos.
En mis proyectos personales,
prefiero a mis personajes femeninos de ojos y cabello oscuro. Sí, yo soy
de esas características; como lo son los millones de mujeres a través
del continente latinoamericano y el mundo. Por eso, quiero que mis
personajes femeninos tengan esas características, sin importar el color
de su piel o nacionalidad. (Y no me digan que las europeas o
anglosajonas no pueden ser así: Catherine Z. Jones, Natalie Portman,
Rachel Bilson, Anne Hathaway, etc). Adicional los ojos marrones, son del
color más común en el mundo. Mis personajes aunque pueden ser cabello
oscuro natural, pueden teñirlo a otro color, como lo hacen miles de
mujeres. Así que ese personaje no es un reflejo mío.
Sin
embargo, seré honesta que cuando descubrí Wattpad, terminé por correr de
esa página. Me resultó quizá demasiado lo personal, entre la historia y
quien la escribía. Sólo bastaba ver la foto de perfil del escritor y
comprender que su personaje "era su versión", en todo. Y digo, en todo. Muy usual entre los adolescentes que escriben en esa página.
Entiendo
que son adolescente. Pero que lo haga un adulto, es quizá peor. Por
obvias razones, no revelaré los nombre de quienes han usado esa técnica;
y a muchos escritores, les ha ido muy bien. Tienen sus libros
publicados, se han convertido en best sellers, y gozan del reconocimiento mundial...
Entonces,
¿por qué es tan trágico hacerlo? Quizá porque existe otra parte de la
población que no lo perdona. Es triste ver reseña, tras reseña en donde
lectores, reseñadores, y críticos literarios hablar sobre esa "extensión
del personaje-autor". Recientemente vi un video en Youtube sobre una
novela en donde la autora confesó que basó su personaje en ella misma: en todo.
Cuando apareció la foto, sonreí, porque antes se nos mostró la
descripción física de la heroína y era una copia al carbón... y lo más
triste, es que tanto la autora como el personaje, se consideraban feas.
Sin importar lo que hiciera bueno el personaje, o un asunto trivial, la
autora se encargaba de remarcar "lo fea que era" (la heroína) ya fuera
por sus propias palabras, o porque otro personaje se lo decía. El video
terminó en una entrevista en donde la autora decía que la mayoría de mujeres en el mundo eran feas, por lo que no era posible identificarse con un personaje femenino con facciones de belleza fuera de los patrones normales. Sentí mucha tristeza de la mentalidad de esa escritora en particular.
Tenemos otro caso, de una mujer adulta (casi entrando a la "vejentud")
en donde ella inspiró a su personaje femenino, en una fantasía propia
que tenía en su mente con un actor de cine muy conocido (mucho más
joven). Ella no lo ha negado nunca, la novela ha sido su fantasía sexual
con ese actor quien rechazó la versión cinematográfica que hicieron de
dicho libro. Sí, es seguro que ya sabes de que libro estoy hablando (Ese
del cual, jamás de los jamases le daré publicidad).
Fuera del
factor físico, es impregnar al personaje nuestro carácter o aficiones.
Tomar aquello que nos gusta o disgusta y transferirlo con puntos y comas
a nuestro personaje, no sólo es aburrido, si no que corta el verdadero
material del autor: Crear.
Creo
que por salud mental, no hay que hacerlo. Tal como lo propone Picasso:
Hacerlo tantas veces, nos limitará la creatividad. Como autores,
debemos ser empáticos con todos los tipos de personas que existen.
Corremos el riesgo de escribir una y otra vez, al mismo personaje con
diferente nombre. Si somos personas políticas, haremos un estadista o un
revolucionario a nuestros personajes, vez tras vez. La mente del
escritor debe ser variable, como lo es un arco iris. Así que aunque una
persona puede poseer una característica particular (celoso, por
ejemplo), sus manifestaciones serán tan variadas por otras
circunstancias o aspectos de su vida. El autor debe ser capaz de
escribir acerca de cualquier personaje y circunstancia que le acontezca.
Creo
que el separarnos de nuestra personalidad, nos da un abanico de
posibilidades mucho más amplio, explotar aquello que es muy al contrario
de lo que somos, puede producir un personaje tan atrapante que sea
imposible para el lector dejar de leer. Si esto no fuera cierto, no
tendríamos historias como Drácula o Frankestein. Quizá por eso desde que
era niña detesté las telenovelas. Una y otra vez la misma historia, con
una que otra pincelada diferente, pero al final lo mismo. Es muy
aburrido.
Entonces, ¿cómo podemos alejarnos de nuestro ego, para crear personajes más creíbles y variados?
1- Observe a su alrededor:
Y no digo a limitarse a estudiar a sus familiares y amigos. Hay
millones de personas en el mundo, cada una con su propia personalidad y
manera de enfrentar la vida. Los expertos, recomiendan que nos
imaginemos la vida de las personas que vemos. Ya sea en el autobús
camino al trabajo, a otros en la mesa del restaurante de comida rápida o
el transeúnte que atraviesa la acera frente a nuestra ventana. Como la
ley de Felson, si busca inspirarse de muchos, lo que hace es recopilar
información.
2-Muestre empatía: No
podemos tener respeto por nuestros personajes si no mostramos empatía
por la diversidad de personas. Yo soy una que no tienen vicios como
beber alcohol o fumar. Pero el ponerme en los zapatos de un alcohólico
me hará comprender aquello que yo nunca he experimentado. No puedo ser
creíble si en mi novela, lo único que hago es criticar a ese personaje
alcohólico y su falta de dominio propio por ser débil y no controlar la
bebida. Más que crear un personaje, desembocaré mi aversión a las
bebidas alcohólicas a través de él. Y eso no beneficiaría al personaje, y
por ende, tampoco a la novela.
3-No juzgue a otros:
La empatía nos conducirá a aprender a no juzgar al personaje. Hace
algún tiempo atrás mi hermana y yo vimos una película de "tipos raros",
todos los personajes se conocieron en una clase de ayuda para adictos al
sexo. Uno de ellos estaba "sobrio" desde hacía ocho meses, y conoce a
una mujer que es ninfómana. La película exploraba lo difícil que era
para ellos mantener una relación sin mezclar el sexo y una relación
amorosa que podría o no funcionar. Y me llamó la atención las pocas
escenas sexuales del film. Al finalizar, mi hermana y yo comentamos lo
mucho que habíamos aprendido, al sacar a la luz un tema tan delicado
como ese, con una pretensión más interna. Cada personaje pese a padecer
la misma adicción, la manejaba de diferente forma. Sí la película
hubiera explotado sus conductas, al finalizar solo hubiera sido una
película erótica, y nuestro pensamiento hubiera sido juzgarlos por sus
acciones y no por sus emociones.
4-Cambie de su propio género:
Tengo la enorme preferencia de basar mis proyectos en personajes
masculinos, más que en los femeninos. Para mí ha sido muy fácil hacerlo,
debido a que me críe con más hermanos varones, de igual manera ocurrió
en mi adolescencia, en donde yo era la única chica en un grupo de
varones (así como en "La Pandilla"). Muchas veces un autor escribe su
personaje principal basándolo en otro sexo diferente al suyo. En la
antigüedad, los roles femeninos en las obras de teatro (británico o
chino, por ejemplo), eran interpretados por hombres. Y no por ello no
dejaban de impresionar a la audiencia que olvidaba al actor para vivir
al personaje. Salir de esa zona de confort, nos obliga a meternos en la
mente de "otro". Escribir efectivamente un personaje contrario a nuestro
sexo, nos orillará a escribir mejor. Porque no podemos bajo ningún
concepto, feminizar a un personaje masculino, deberá ser masculino en su
forma de hablar, comportarse, hablar y razonar y viceversa. Para ello,
deberemos aprender a comprender y analizar la naturaleza de cada género.
5- Out the box (Sal de tu zona de confort):
Mi tendencia es ser una persona poco confrontativa, aunque sí puedo
defender mi punto de vista. Sin embargo, hay algunas situaciones de las
que prefiero mantenerme lo más alejada posible. Como autora, no puedo
permitirme eso. Si basara mis personajes en la forma de mi razonamiento,
nunca ocurriría nada. Porque soy una persona analítica que piensa mucho
antes de tomar una decisión (a menos que sea un helado en la nevera).
La historia es la que manda; pero nosotros como autores, podemos minar
una historia explayéndola o reprimiéndola más de lo permitido. Sin
importar las creencias morales y religiosas, el autor debe experimentar
con temas que en su vida normal nunca experimentaría: El adulterio, el
asesinato, la xenofobia, el racismo, etc. Todo en virtud a darle
veracidad a un punto en cuestión en su historia, si esto es parte de la
trama o ayuda a ella.
6-Autor=Investigador Privado:
En épocas antiguas los escritores preferían escribir acerca de aquello
que le era conocido; tanto en área geográfica como costumbres, como lo
hiciera Cervantes o Shakespeare. Otros, se inspiraron de lo real y lo
mítico, como Dante Alighieri, y otros en la pura ciencia ficción, como
Julio Verne. Pero lo usual, era detallar aquellos lugares por ellos
conocidos. Sin embargo en la época actual, el lector también está más
informado, por ende, el autor debe ser lo más veraz posible. Es
indispensable que investigue todo lo que esté a su alcance, tanto en
búsquedas por Internet, mapas, biografías, libros de ciencia, etc., todo
aquello que le sirva de guía para manejar una historia y personajes
creíbles. Antes nadie cuestionaba si se podía o no dar la vuelta al
mundo en ochenta días, porque nadie lo había hecho. En la actualidad
existen viajeros intercontinentales que visitan una docena de ciudades
por negocios al mes, y según una agencia de viajes, realizar el mismo
recorrido del Sr. Fogg, tomaría un mínimo de veinte días. Documentarse
sobre costumbres, lugares, etc., es indispensable; pero también lo es
sobre asuntos puntuales, sobre todo si en nuestra historia tiene un peso
importante un tema específico, como por ejemplo leyes, medicina,
negocios, informática, etc. Investigar y documentarse nunca debe tomarse
de manera indiferente. Es una responsabilidad muy seria.
Aprenda
a disfrutar el proceso de crear y escribir, a desarrollar y pulir el
personaje y la trama. Cada personaje merece su espacio, tener por ellos
el respeto de dejarlos ser.
¿Cómo construyes a esos personajes
diferentes a ti?, ¿tienes una técnica especial? Comparte con nosotros tu
experiencia, seguro enriquecerá a la de otros.
Si te gusto la
entrada, te pido que me ayudes a compartirla con aquellos que crees que
puede ser de utilidad. Tus opiniones y comentarios me sirven de
estímulo para seguir trabajando y buscando temas que puedan ser de
beneficio en tus proyectos literarios. Sugerencias, todas recibidas. Un
saludo y abrazo.
¡Nos leemos!
jueves, 16 de marzo de 2017
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Interesante como siempre.
ResponderBorrarA mi me gusta mucho observar a mi alrededor e imaginar vidas o situaciones. No hablo de mi en mis relatos porque creo, que en mi caso, lo personal es algo muy mio e interesante solo para mi, intento que mis personajes no se me parezcan, y trabajo para que no se me "vea" en el personaje a través de opiniones o reflexiones aunque a veces no lo consigo y eso es lo que tengo que seguir trabajando. No acostumbro a hacer grandes descripciones de mis personajes porque me gusta que cada lector lo imagine como quiera, me interesa transmitir lo qué está sintiendo el personaje pero supongo que esa falta de descripciones resulta fácil en relatos cortos, no he probado en relatos más extensos. En mi caso sigo aprendiendo.
Saludos